Descubre cómo solía ser Venecia realmente y aléjate del caos de la ciudad por la multitud de turistas. Visita las famosas islas en las que la artesanía ha pasado de generación en generación. Esta excursión de medio día te llevará a las eternas islas de Murano y Burano, conocidas en todo el mundo por el arte del soplado de vidrio.
Murano
La excursión empieza en el punto de encuentro, en el centro de Venecia, donde subirás a una cómoda embarcación que te llevará en poco tiempo a Murano. Verás mucho por el camino, así que el guía te entretendrá describiéndote los sitios por los que pasas. Antes de que te des cuenta, ya estarás pisando la fascinante isla de Murano. Esta pequeña isla es muy famosa en todo el mundo por sus bonitas obras de cristal. Hubo una época en la que los sopladores de vidrio de Murano eran las únicas personas en Europa capaces de crear un espejo y sus habilidades eran valoradas hasta tal punto que se les prohibió salir de la ciudad de Venecia bajo amenaza de ejecución. Las leyes han cambiado mucho desde entonces, pero esta habilidad tan apreciada se ha conservado. Podrás comprobarlo en la primera parada de la excursión: ¡el taller de un soplador de vidrio!
Verás a un artesano en plena acción mientras te explican el proceso: ¿cómo consiguen dar color al cristal? ¿Por qué el sílice se convierte en cristal? ¿Cuál es la parte más dura del trabajo? Es la mejor manera de descubrir cómo es un auténtico taller y de responder a todas tus preguntas sobre este arte místico. Tendrás tiempo para echar un vistazo a la colección de arte de cristal y pasear por la isla por tu cuenta, además de echar un vistazo por las tiendas y comprar algún recuerdo (con descuento especial) si ves algo que te guste.
Burano
Regresarás al barco para dirigirte a la segunda parada: Burano. Esta pequeña isla es famosa por dos razones. En primer lugar, por sus coloridas casas, una al lado de la otra a lo largo de calles y canales. Según la leyenda, los pescadores comenzaron esta tendencia de pintar las casas de diferentes colores para poder distinguirlas desde la distancia. Sin embargo, el motivo principal de la fama de Burano es su tradición centenaria en la confección de encajes.
El guía te llevará por las calles de la isla hasta llegar a un pequeño edificio en el que las mujeres todavía trabajan frenéticamente el encaje siguiendo el mismo método utilizado por sus madres y abuelas en el pasado. Te hablarán sobre las máquinas de coser y cómo se ha convertido en un arte en extinción. También tendrás tiempo para admirar las increíbles muestras de encaje. Cuando Miguel Ángel visitó Burano, compró un retablo para la nueva catedral de Milán. Podrás coger una hoja del libro y guardar un recuerdo o aprovechar el tiempo libre para pasear por las caleidoscópicas calles y probar las deliciosas galletas de las panaderías locales.