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Qué hacer en Florencia
6 cosas imprescindibles que hacer en Florencia Esta pequeña ciudad de fama mundial es la cuna del Renacimiento. Visitar Florencia es adentrarse en uno de los períodos culturales y artísticos más ricos de nuestra historia, un maravilloso viaje en el tiempo. Admira las obras maestras de Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Botticelli y Brunelleschi. No te pierdas los increíbles frescos de las iglesias ni los grandes palacios del centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad. Para que no sufras el famoso síndrome de Stendhal con tanta belleza a tu alrededor, hemos recopilado las actividades y visitas guiadas imprescindibles que no pueden faltar en ningún viaje a Florencia, desde la emblemática catedral con su imponente cúpula hasta el Palazzo Vecchio, pasando por los museos más prestigiosos. 1. Galería Uffizi Admira las grandes obras del Renacimiento en este museo ubicado en las antiguas oficinas del gobierno. Su formidable colección, que incluye obras como Cabeza de medusa de Caravaggio, El nacimiento de Venus de Botticelli y Venus de Urbino de Tiziano, fue donada al Estado por el último de los Médici en 1743. 2. Catedral de Florencia El Duomo de Florencia es una visita obligada. Con su cúpula de tejas rojas y su fachada de mármol rosa, verde y blanco, se ha convertido en el símbolo de la ciudad. De su interior, te encantaran las 44 vidrieras y el fresco de Vasari y Zuccari. 3. Galería de la Academia Nadie puede irse de Florencia sin admirar el David de Miguel Ángel. Esta pieza, esculpida a partir de un solo bloque de mármol, se convirtió en el símbolo del poder florentino. Aunque es la estrella indiscutible del museo, las obras de Botticelli, Ghirlandaio y Orcagna también despiertan un gran interés. 4. Gastronomía florentina La cocina toscana es sencilla, abundante e irresistible. El plato estrella es la «bistecca alla fiorentina», un jugoso trozo de carne con el hueso en forma de T. También hay que probar la sopa ribollita y los bocadillos de tripa. Y para acompañar cualquier comida, un buen vino de la zona. 5. Palacio Pitti y Jardines de Bóboli Antigua residencia de un banquero florentino, de reyes italianos y hasta de Napoleón, la historia de este palacio renacentista se remonta a 1458. En la actualidad, en sus salas se pueden admirar piezas de porcelana, joyas y obras de arte de los siglos XVI al XIX. Sus jardines también son de visita obligada. 6. Palazzo Vecchio Construido entre 1298 y 1314 para la signoria (gobierno de la ciudad), este palacio fue durante mucho tiempo la sede del poder civil florentino. Admira el Salón de los Quinientos y descubre el mundo de los Médici a través de los pasadizos secretos del palacio. Las vistas desde la torre de 94 metros de altura son impresionantes. PREPARA TU VISITA A FLORENCIA ¿Cuándo ir? Aunque nunca es mal momento para visitar Florencia, la primavera y el otoño son la mejor época para disfrutar de la ciudad. Suele hacer sol, pero no demasiado calor, las atracciones están llenas, pero no abarrotadas y, además, es la temporada de los festivales. El verano también es agradable, pero la ciudad se vuelve sofocante, el número de turistas llega a su pico máximo, el precio del alojamiento sube y muchos restaurantes, especialmente los situados fuera del centro, suelen cerrar. Es más recomendable viajar en invierno, aunque haga frío, que en verano. Las colas en las atracciones son más cortas, y además es posible ver los mercados navideños y la ciudad engalanada con las luces y decoraciones típicas del período festivo. ¿Cuántos días se necesitan para visitarla? Florencia es una ciudad relativamente pequeña, así que, para ver los principales monumentos y museos, un fin de semana es suficiente. Dicho esto, si tienes tiempo, es mejor dedicar cuatro o cinco días para descubrir a fondo todos los encantos de la ciudad, incluyendo la deliciosa gastronomía local, sus magníficas plazas y, por supuesto, el estilo de vida de los lugareños. Además, Florencia es un buen punto de partida para realizar excursiones por la región de Toscana y sus encantadores pueblos, como Siena, Lucca y San Gimignano. ¿Cómo llegar? A 4 km al noroeste del centro de la ciudad se encuentra el principal aeropuerto de la zona, el aeropuerto de Florencia. Desde el aeropuerto se tarda entre 10-15 minutos en llegar a la estación de Santa Maria Novella, situada a poca distancia del centro histórico. El servicio de enlace directo de autobús cuesta 6 € (viaje de ida) y el tranvía 1,50 €. Alternativamente, un taxi hasta el centro cuesta 22 € (precio fijo). Dependiendo de dónde vengas, puede ser más factible volar al aeropuerto de Pisa. Desde allí, hay trenes y autobuses con servicios regulares a la principal estación de trenes de Florencia, Santa Maria Novella. El trayecto dura entre 60 y 90 minutos y cuesta entre 11 € y 15 €. ¿Cómo moverse por la ciudad? Florencia es una ciudad pequeña y es fácil recorrerla a pie. La mayoría de las atracciones se encuentran relativamente cerca y se puede ir caminando de una a otra. También es posible desplazarse por el centro en bicicleta. Recuerda que el centro histórico es una zona de tránsito restringido y el transporte motorizado (coches, escúteres, etc.) está prohibido para los no residentes. El sistema de transporte público es bastante eficiente y resulta muy cómodo para subir a la colina de Piazzale Michelangelo. Un billete de ida cuesta 1,50 € y es válido durante 90 minutos. Hay otras opciones de billetes, como la tarjeta de 10 viajes por 14 € o un pase mensual por 35 €. ¿Dónde ir de compras? El encanto del centro histórico, donde las boutiques de lujo se alternan con pintorescas tiendas de artesanía, hace que ir de compras en Florencia sea un verdadero placer. Via de Tornabuoni es la calle más glamurosa de la ciudad y allí se encuentran las grandes marcas, como Emilio Pucci, Salvatore Ferragamo y Gucci. Alternativamente, si prefieres opciones un poco menos lujosas, en Via Roma y Via dei Calzaiuoli hay tiendas más convencionales. Para descubrir el lado artesanal de Florencia, acércate a Via del Parione, donde encontrarás desde accesorios de cuero hasta joyas de diseño local, así como tiendas más alternativas o de ropa vintage.