Si quieres alejarte por un rato del deliro de una capital joven y dinámica como Berlín, concédete una excursión en sus alrededores encantadores. Sin duda alguna, el más famoso es Potsdam, conocida como la “Versalles alemana”, ubicada en el suroeste de Berlín. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1990, Potsdam es famosa por su gran cantidad de palacios y parques que fueron usados en el pasado como residencias de los reyes de Prusia.

En la segunda mitad de 1600, el rey soldado Federico Guillermo transformó este pequeño pueblo en un gran cuartel prusiano. Su hijo, Federico el Grande, eligió Potsdam como la única residencia real y encargó varias obras para adornar la ciudad. Entre ellas se destaca el Palacio de Sanssouci, que todavía hoy es una de las principales atracciones de Potsdam.